Cada jueves, desde casa, en silencio y en comunión, muchas personas se unen espiritualmente para pedir al Señor que siga llamando a corazones generosos. Esta iniciativa, impulsada por las Discípulas de Jesús junto con laicos comprometidos, se inspira en el carisma del Beato Pedro Ruiz de los Paños y en la invitación de Jesús: “Rogad al dueño de la mies…”
El Monasterio Invisible no tiene muros, pero sí una fuerza profunda: la oración compartida. Cada persona dedica al menos 15 minutos de recogimiento, con la Biblia, una oración vocacional y el deseo de que jóvenes descubran el regalo de su vocación.
Hemos creado un canal digital donde cada semana compartimos:
Una frase inspiradora.
Una oración vocacional.
Un símbolo visual que acompaña el momento.
Si quieres formar parte, puedes unirte al canal y rezar con nosotros cada jueves. Porque lo invisible también transforma el mundo.
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