sábado, 16 de septiembre de 2023

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS B. PEDRO!!!

Este lunes celebramos las Discípulas de Jesús el cumpleaños de nuestro fundador B. Pedro, si aún no has tenido tiempo de conocer quién era, te invitamos a leer este artículo y a saber algo más de nuestros orígenes.




 Apóstol de las vocaciones

Beato Pedro Ruiz de los Paños y Ángel nació en Mora (Toledo) el 18 de septiembre de 1881, el primero de cinco hermanos; al nacer fue preciso hacerle inmediatamente una operación quirúrgica corriendo serio peligro su vida, por lo cual su tía lo llevo a la parroquia para que fuese bautizado.

A los nueve años de edad, apenas recibida la primera comunión, comenzó a prepararse para ingresar en el seminario, pero hasta cumplidos los trece no pudo ver realizados sus deseos, mientras tanto continúo su preparación. Ingresó en el seminario de Toledo el 30 de septiembre de 1894.

En 1901 decidió ingresar en la hermandad los Sacerdotes Operarios Diocesanos y el 12 de agosto de 1904, hizo su primera consagración a la hermandad, el 21 de Diciembre recibió el subdiaconado y el 9 de abril de 1905 el presbiterado.

Estuvo destinado en Málaga, en el seminario de Sevilla y en el seminario de Plasencia en el que se hizo cargo como rector del mismo hasta septiembre de 1927, en que fue enviado como rector al Pontificio Colegio Español de San José de Roma.

Siendo rector del colegio de Roma, en las vacaciones de verano de 1931 visitando Plasencia, sintió la inspiración de fundar la congregación religiosa Discípulas de Jesús, idea que maduro en silencio y oración. Esta obra no pudo verla concluida al ser fusilado poco antes de poder reunir a las primeras Discípulas.

El 31 de julio de 1933 fue elegido Director general de la hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. El 1 de julio de 1936 llego a Toledo para comenzar la fundación de Discípulas de Jesús. Murió el 23 de julio de 1936, fusilado junto con otros sacerdotes.

Fue beatificado en Roma el 1 de octubre de 1995.

Vivió totalmente para su sacerdocio. El ideal sacerdotal estaba tan arraigado en su vida que absorbía su existencia y la irradiaba por todos los medios.